Un día, caminando por la playa, me encontré a un anciano que recogía las estrellas del mar que la marea arrastraba hasta la orilla.
Me acerqué, y observé cómo las estrellas que lanzaba de nuevo al mar me volvían a la orilla, pero él las recogía y las volvía a poner en el agua...
Pensé: "Lo hace para que no mueran"
Entonces le dije:
"¿Porque recoge las estrellas del mar, si luego, regresas a la orilla? No tiene ninguna importancia.
Se giró, me sonrió y agarrando una estrella de la orilla y lanzandola al mar, me respondió:
¡¡Para ésta, si ha tenido importancia!!